Inmigrante De Mi Pasado
Desde
una particular perspectiva considero que soy inmigrante de mi pasado, porque en
‘el país’ de mi pasado vivían antiguos amigos y compañeros. Otras expectativas,
etapas y metas, oportunidades y ambientes en un mundo diferente en términos de
economía y política. Con mi vida como un tren pasando por muchas estaciones, me
siento como un inmigrante de mi pasado – sin poder de revisitar varias etapas.
Mi
mamá nació en Londres y como su primera hija, recuerdo claramente sus historias
sobre los autobuses rojos de dos pisos, su época viviendo en Paris por seis
meses cuando ella tenía seis años, su vida como niña con sirvientes y un chofer
y los bombardeos de Londres durante la segunda guerra mundial.
La
verdad es que durante mi niñez nunca me sentía totalmente Australiana. No sé si
estas son las razones por las que siempre he tenido un fuerte interés en
inmigrantes como amigos para compartir y enriquecer nuestras vidas mutuamente.
Hay otra
influencia de cuando tenía nueve años
y asistía a la escuela dominical. Había
una pintura de Jesucristo en la pared y
alrededor de su figura había niños de varios partes del mundo mirando su cara y
recuerdo las palabras en inglés “Suffer little children to come unto me”.
Esta
imagen se ha mantenido viva en mi mente por 50 años y aunque no soy muy
religiosa, creo que de esta influencia desarrollé un fuerte interés y curiosidad sobre niños de otros países y
culturas.
Nací en Adelaide cerca del mar y
viví allí hasta que tenía tres años. Después
en Melbourne con mi familia por siete años y regresamos nuevamente a
Adelaide en 1962. Tenía muchas
oportunidades para tener amigos y amigas de varios partes de Europa. No puedo olvidar a Inta, una amiga de
Ucrania, Vello, de Rumania, Mara una
buena amiga de Letonia, Gayle mi amiga de Londres y Johny de Estonia. También
disfrutaba la amistad con dos aborígenes que vivían cerca de mi casa en un
hogar de asistencia social.
Para mí era totalmente normal
compartir el tiempo libre con esta colección de amigos, pero en una
conversación en la que Vello, el Rumano,
me llamó Virgen y yo corrí donde mi mamá
para preguntarle ¿qué es una virgen? Por supuesto pensé que era un insulto!
En Adelaide, mi prima Jane de Inglaterra nos
visitaba con sus padres cada verano y me encantaba su acento. Un día decidí presentarle mi prima a Marilyn, mi amiga
Australiana, para mostrarle con orgullo
su acento Inglés. Marilyn estaba de acuerdo conmigo con respecto al tono dulce
de Jane. Por este honor, Marilyn tuvo que pagarme dos chelines!
Mi familia regresó a Melbourne
cuando yo tenía 15 años y en mi nueva escuela secundaria encontré a una chica
de Sri Lanka, Claudette que llevaba gafas y no era muy popular. Me sentía mal
por ella y cuando mostró interés en mi
favorito vestido azul pálido, se lo regalé inmediatamente.
En la escuela en Heidelberg, tuve
dos amigas de Grecia, ambas con el nombre “Eleni”. Gracias a Eleni Kriaris,
aprendí la expresión en griego: “Te quiero y quiero tenerte en mi cama”. Pensé
que muy pronto tendría la oportunidad de utilizar esta frase!
Cuando era estudiante en la
universidad de Monash, vivía en la
residencia de estudiantes y conocí a una chica de Tailandia que hablaba poco
inglés. Para ella era difícil entender
su profesor de Escocia. La invité a mi casa para cenar con mi familia y no
puedo olvidar sus dificultades con el
inglés. Cuando le pregunté (L0) que
quería comer, (me) respondió en ‘su’ inglés “Anything Can Be”. Así que al final ella recibió “A Can of Beans”.
Durante
mi tercer año en la universidad tuve la oportunidad, por seis semanas, de vivir con una tribu en
la costa de Papua Nueva Guinea con gente que no hablaba inglés y necesitaba
comunicarme con ellos usando el lenguaje corporal. Recuerdo con afecto una mezcla de personas interesantes durante mi tiempo
allí, incluyendo una viejita que fumó hojas de tabaco usando páginas de una
revista! En el pueblo de Popondetta, visité al arzobispo de la Iglesia
Anglicana y descubrí que en su letrina él estaba usando páginas de la biblia en
vez de papel higiénico. Fue increíble pasar ese tiempo con la tribu sin ver a
una persona blanca. No me extraña que pensé que yo era negra también!
Después
de la universidad, conocí a Andrea de Argentina. Compartimos muchas cosas
durante nuestra amistad de 25 años,
incluyendo la pasión por la literatura, escritura y discusiones sobre
psicología. Andrea tuvo varias fiestas con
música Latina y me gustaban mucho
sus cds de los “Gypsy Kings”.
Durante
la mayor parte de mi amistad con Andrea, yo no hablaba Español, pero disfruté
mucho el acento y la pasión de su
lengua. Tenía mucha curiosidad sobre las conversaciones entre Andrea y Amelia,
su mejor amiga también de Argentina.
Trabajé
en Springvale Neighbourhood House por dos años con clientes de 50
nacionalidades! Fue fascinante y gratificante
ayudar a muchos inmigrantes de una variedad de países incluyendo:
Italia, Vietnan, Camboya, Grecia, Etiopa, Argentina, ex Yugoslavia, Iran, Irak,
Eritrea y muchos más. Al mismo tiempo,
mi esposo trabajaba en la Radio Australia con personas de Papua Nueva Guinea,
Japón, Camboya, Tailandia, Francia, Indonesia, Vietnan y China. Con estas
influencias para los dos, disfrutamos muchas invitaciones y conversaciones de
estos grupos culturales.
Mi
esposo Michael también siempre ha
mostrado un fuerte intéres y sensibilidad hacia inmigrantes y su mejor amigo
era un refugiado de Vietnan que vino a Australia , sin su familia, en un barco
insustancial cuando tenía ocho años.
Conocí
a Michael cuando viví en Londres y a la de
una semana de conocerlo, me preguntó:
“Quieres casarse conmigo?” Le
contesté “No” , porque yo estaba en
choque con su velocidad. Sin embargo con su dedicación y persistencia típica,
me preguntó de nuevo a la semana siguiente y esta vez le contesté “si”. Compartimos champagna rosada en un hotel en Cambridgeshire y después nos
embarcarnos en nuestra nueva vida juntos en Australia. La Australiana con su
‘propio inmigrante’ de Bedfordshire, Inglaterra.
Hace
siete años decidí aprender Español en Mulgrave Neighbourhood House. Tuve la
gran fortuna de tener a Nury Yarce como mi profesora! Con su dedicación,
fortaleza, pasión, optimismo y un talento natural para enseñar, fue un reto y
un gran honor ser su estudiante.
Hace
casi tres años fui con ella a Colombia vía Chile y Brasil para tener un gran
viaje por su país. Fue mi primera vez en Sur América y disfruté cuatro días en
Chile y una semana en Brasil, pero mis 33 días en Colombia fueron un gran
sueño. Escribí 200 páginas en mi diario durante ese tiempo y tomé tres mil fotos!
Yo estuve borracha en Medellín, también atrapada en el barro en El Parque Nacional de Tayrona, me
caí de una hamaca en Santa Marta y bailé en un apartamento en Bogotá con la
música de Mariachis. Compartí muchas aventuras con Nury, su esposo, su familia
y sus amigos en su patria de grandes montañas, magnificas cascadas y ríos
impresionantes.
Tuve
un encuentro personal con el río Ponce en San Gil. Estábamos haciendo canotaje
con aguas turbulentas de ambos lados; por una invitación del guía decidí flotar
en la fuerte corriente, todo fue bien hasta que tuve que subir a bordo de la
canoa! Cuando traté de entrar perdí mis pantalones y estaba solamente en mi
ropa interior!
Nunca
voy a olvidar estas vacaciones tan especiales con mi gran amiga!
Quiero
regresar a Colombia el próximo año – esta vez con mi esposo!
He
disfrutado de muchas riquezas como Australiana con amigo(a)s de otros países.
Que fortuna que vivo aquí con esta mezcla de culturas y herencias!
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